Mi Experiencia Invirtiendo Desde 2007
Mi primera inversión en bolsa fue en 2007.
Con todos mis ahorros, hice un all-in y compré acciones de un solo banco extranjero basándome en algo tan sólido como un “chivatazo”. Los primeros meses fueron buenos, pero poco después, lo perdí casi todo.
Salí por patas del mundo de la inversión durante varios años y no volví a interesarme hasta que 1. conseguí volver a ahorrar algo de dinero y 2. apareció algo diferente a la bolsa; el crowdlending.
Hablamos de 2010 o 2011, cuando literalmente, había quizá 2–3 empresas en España probando suerte con este modelo de negocio. Yo aposté por Comunitae, que contaba con François Derbaix como accionista, inversor al que admiro mucho. Desafortunadamente, la empresa cerró en 2018 debido a problemas en la detección de pagarés fraudulentos, pero debo decir que, personalmente, no tuve ningún problema con ellos y obtuve rentabilidad positiva, ya que dejé de invertir antes de que aparecieran todos los problemas.
Después de Comunitae, desde mi banco me empezaron a taladrar con sus maravillosos fondos. Tras varios meses insistiendo, caí como la mayoría de españoles y empecé a invertir en uno de los magníficos fondos de la banca comercial. En todo el tiempo que estuve invertido, obtuve una rentabilidad inferior al 1% durante una de las épocas más alcistas de los últimos años. Alguien había ganado dinero con mi inversión, pero está claro que no era yo.
Después de esta experiencia, empecé a interesarme por las bajas comisiones y los ETFs. Empecé a descubrir el mundo de la inversión y las finanzas personales de la mano de varios blogs americanos entre los que destacaría, Mr. Money Mustache, y empecé a probarlo absolutamente todo. Pero además de leer, quería probar y experimentar con mi propio dinero, algo que, después de haberlo vivido, probablemente no recomendaría a nadie, a no ser que, como a mí, le apasione el mundo de las finanzas personales y la inversión.
Paralelamente a la creación de Meller en 2014 junto a mis dos socios, empecé a poner a trabajar también lo poco que conseguía ahorrar puntualmente (que no mensualmente… 🤷🏼♂️).
Desde entonces hasta hoy, julio 2019, he probado y he invertido en ETFs, en fondos índice/gestión pasiva (Vanguard, Amundi, etc), fondos de gestión activa (Magallanes, Azvalor, etc), roboadvisors (Indexa Capital, Inbestme, Finizens, etc), plataformas de crowdlending (Mintos, Zank, etc), crowdfunding (The Crowd Angel, Crowdcube, Housers, Inveslar, etc), social trading (Darwinex, etc), criptomonedas y blockchain, en los más de 500 exchanges, ICOs y plataformas que salieron durante 2017 y, por último, los famosos PIAS, de los que me arrepiento por las altas comisiones de un servicio que no necesitaba.
¿Dónde estoy invirtiendo ahora?
En los últimos meses, he ido simplificando la operativa y haciendo limpieza de las plataformas que no me gustaban tanto o que el tiempo que destinaba a operar con ellas no me compensaba.
En la actualidad, mi cartera se divide de la siguiente manera:
no imagePara cada bloque, uso varias plataformas, pero mis favoritas son:
- Fondos de Gestión Pasiva: Indexa Capital
- Crowdlending: Mintos
- Fondos de Gestión Activa: Renta4
- Stocks: DeGiro
- Crypto: Coinbase
Voy actualizando la cartera aquí.
Paralelamente a esta cartera, invierto en startups a través de Crowdcube, The Crowd Angel o el nuevo fondo de itnig, pero no lo contabilizo en mi cartera por 3 motivos:
- Nula liquidez
- Medición difícil o irreal
- Incertidumbre
Nula liquidez porque, aunque todo salga bien y consigas rentabilidad, rara vez recuperarás el dinero antes de pasados 5–7 años. En general, dependerá de la evolución de la empresa y de lo que decidan los fundadores o inversores principales. Un inversor puede recuperar lo invertido en una startup cuando hay eventos liquidativos, como serían nuevas ampliaciones de capital, salida a bolsa, venta de la compañía o incluso dividendos (poco habituales en fases iniciales de una startup).
Medición difícil o irreal, porque lo que vale tu inversión sólo se podrá medir tomando como referencia la última ampliación, y aún así, lo habitual es que el valor de la empresa cuando está realizando una ampliación sea superior al valor de venta real a corto plazo, ya que, por lo general, se está contando con el rápido crecimiento de la empresa y que el valor puede crecer en poco tiempo. Pero igual que puede crecer, puede también decrecer (o desaparecer) en poco tiempo.
Y la incertidumbre, es bastante obvia.
Por ello, actualmente, lo que invierto en startups no lo incluyo dentro de mi cartera de inversión para no contar con ello a corto plazo. Si no funciona bien, lo veo como una apuesta por un equipo o proyecto que me gustaba. Y si funciona bien, los múltiplos suelen ser interesantes (aunque la probabilidad es relativamente baja).
Como me apasiona bastante el tema y suelo hacer seguimiento mensual de mi cartera, iré compartiendo la evolución y el testeo de nuevas plataformas. Si conoces alguna interesante que no haya mencionado y que te esté dando buenos resultados, ¡comparte! sharing is caring! 🤘
*Importante recordar que rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras. Soy asesor financiero certificado por la EFPA (European Financial Planning Association) pero lo expresado en este artículo se basa en mi experiencia personal y no es una recomendación de inversión. Invertir conlleva riesgos, por lo que antes de empezar, lo ideal sería que realizaras el test MIFID (puedes usar el de Indexa, aunque luego no inviertas) para conocer tu perfil inversor. Si has llegado hasta aquí, salúdame Linkedin 👋 y si necesitas ayuda con algo de finanzas o inversión, escríbeme y haré lo posible por echarte un cable. Agur!
